lunes, 30 de agosto de 2010

Chapulines con mescal



Recuerdo la primera cena, yo llegaba con jet lag y tú no me diste tregua. Me meciste en tus brazos y me llevaste a Coyoacán, a cenar unos taquitos que mezclaban chapulines con aguacate y unos intensos tragos de mescal. Yo vivía un sueño y la luz de tus ojos era lo único evidente. No podré olvidar ese primer paseo por las calles del pasado de Nueva España, de hecho creo que no volví de Coyoacán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario